Adaptar las empresas a la nueva realidad digital es sin duda uno de los puntos clave de cualquier compañía que no quiera perder el contacto con su entorno.

Una vez definido el target de usuarios (miembros de la generación X y Millenials) y su nexo de unión (uso continuado de Internet y de las RR. SS), nos dirigimos a ellos hablando su propio idioma, ofreciéndoles contenidos de calidad y planteándoles un reto: un concurso de diseño.

Los participantes debían escoger entre una amplia gama de los modelos más representativos de la firma presentando diseños innovadores. La idea es que los usuarios, junto con miembros de un jurado profesional, elijan a los ganadores a través de un sistema de votaciones (al ser una acción muy visual, las votaciones en Instagram cobran especial relevancia). Estos, además de recibir diversos regalos, verán su diseño hecho realidad mediante la aplicación de vinilos y dispondrán de un espacio expositivo en las instalaciones del concesionario en el que poder mostrar su talento al mundo.

Con los materiales obtenidos se plantea en un segundo estadio una campaña con un fuerte peso de imagen tanto en offline como en online. Asimismo, está previsto realizar otro tipo de acciones tales como exposiciones itinerantes en la ciudad o en centros comerciales y eventos.

Los beneficios de una campaña de este tipo, al margen de la presencia de la marca, están también muy ligados a la generación de leads con los que luego mantener el contacto. A partir de ahí se pueden poner en marcha diferentes acciones comerciales con un objetivo más centrado en las ventas. El reto está planteado.